jueves, 6 de enero de 2011

Se presenta en Granada el primer partido musulmán a nivel nacional

José A. Cano Granada
Fuente: El Mundo

El presidente de PRUNE Mustafa Bakkach, en Granada.
Un día antes de que comience la cumbre UE-Marruecos, aunque afirmando que "ni entran ni salen" de lo que pueda discutirse en esta, constituidos desde julio de 2009 y en los titulares desde el otoño, el Partido Renacimiento y Unión de España (PRUNE), "de inspiración en el Islam y centrado en representar a las minorías" se ha presentado oficialmente en Granada.
Su fundador, Mustafá Bakkach -de nacionalidad española desde 2001 "aunque Marruecos no retire a nadie la suya y por eso la sigo teniendo"-, presentó un discurso leído en primer lugar en árabe, en el que se defendía aumentar la participación ciudadana en política, promover la justicia, la igualdad, la solidaridad y respetar "la legalidad vigente y la Constitución Española", con la única diferencia con el ideario hipotético de cualquier otro partido de considerar el Islam "fuente de dichos principios".
Bakkach lamentó que, desde que se conoció la creación del partido "se haya intentado fomentar el miedo" al mismo "diciendo que es radical, promarroquí o islamista", circunstancia que no considera reales. El fundador del PRUNE, que ha sido delegado de la Comisión Islámica Española por el colectivo marroquí y vicepresidente de la Federación de Entidades Religiosas Islámicas de España (Feeri), considera que "si existen partidos de inspiración cristiana, no veo qué problema hay en que la nuestra sea el Islam".
"Somos un partido español que aspira a trabajar dentro de España, no sé qué intereses han movido los ataques de los últimos meses", sentenció, agregando que "no nos financia ningún país extranjero, aunque ha habido intentos que hemos rechazado". Pretender que "nuestro objetivo sea reconstruir Al-Andalus o aplicar la sharia" son "tonterías como muchas otras que se han dicho".
También tuvo sus críticas para el "tratamiento informativo" recibido por el partido en su corta vida, opinando que "se ha hablado sin conocimiento alguno", por ejemplo "insistiendo en que se nos investigase, como si por ser musulmanes tuviésemos que ser terroristas o agentes de otro país".
Aunque el PRUNE concurrirá a las municipales de 2011 y las nacionales de 2012 en las circunscripciones dónde ya tiene delegados –esto es, Madrid y Barcelona, que verán actos de presentación equivalentes al de Granada "próximamente", además de Asturias, Valencia, Murcia y al menos, en Andalucía, en Málaga y Granada–, se marcan el objetivo de estar presente en los Ayuntamiento en 2015.
"Espero que en 20 años podamos aspirar a tener alcaldías e incluso algún ministerio, y en 30, tener el honor de que uno de nuestros afiliados sea presidente del Gobierno", deseó Bakkach. Unos afiliados cuyo número no quiso concretar "porque somos un partido joven y no nos gusta centrarnos en las cifras" pero que estimó entre 700 y 1000, esperando quintuplicarlos antes de las próximas municipales.
Asimismo, el PRUNE quiso desvincularse del ruido de fondo previo a la cumbre UE-Marruecos, afirmando que el país norteafricano "para nosotros es sólo una nación vecina" y que los asuntos relativos al Sáhara Occidental o las relaciones entre Europa y terceros países "corresponden a la diplomacia, y nosotros conocemos nuestras limitaciones".
Asimismo, opinó sobre los actuales debates sobre integración, Islam e inmigración valorando "negativamente" que se intente clasificar a los extranjeros residentes en España "en bloque" como de una tendencia política u otra. También consideró que "si llevo viviendo 20 años en España y trabajando, ¿por qué se supone que tengo que integrarme? Ya estoy integrado".



@Alberto Mendoza.- 

Inmigrantes votando en Vic.
Ayuntamientos como el de Vic no tendrán tan fácil impedir que los extranjeros sin papeles se empadronen, si en los salones de plenos se sientan concejales inmigrantes. Con esta premisa comienzan a surgir formaciones como el Partido Renacimiento y Unión de España (PRUNE), el primero de inspiración islámica que aspira a presentarse en toda España en los comicios locales de 2011. Unas elecciones donde unos 650.000 inmigrantes extracomunitarios podrán ejercer su derecho al voto gracias a los convenios internacionales firmados por el Gobierno. A esta cifra hay que añadir los residentes procedentes de la Unión Europea, cuyo grupo más numeroso, los rumanos, suponen una población de unas 800.000 personas.
Por ahora, el PRUNE no puede contar con los más de 700.000 marroquíes que viven en España, ya que el reino alauí no permite la reciprocidad, es decir, que los españoles puedan votar en Marruecos. Por ello, Mostafa Bakkach (Tánger, 1964), fundador de este partido, reclama a las autoridades de su país de origen que llegue a un acuerdo con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. “Marruecos debe hacer un esfuerzo, porque los inmigrantes no pueden ser ciudadanos de segunda, deben poder votar en el municipio donde viven y trabajan”, señaló Bakkach a este diario, quien sueña con poder disfrutar algún día del voto de los 1,3 millones de musulmanes que habitan en España.
Mientras, busca el respaldo del resto de minorías, sin importar su origen asiático, africano o hispanoamericano. El Ejecutivo ha negociado convenios bilaterales con países tan diversos como Argentina, Colombia, Perú, Islandia, Trinidad y Tobago, Ecuador, Burkina Faso, Cabo Verde, Chile, Paraguay, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Uruguay, Bolivia y Venezuela. También lo intentó con Marruecos, Brasil, México y República Dominicana, para la legislación de estos países impide votar a los extranjeros. Para convencer a estos cientos de miles de votantes, Bakkach insiste en que su partido es “abierto, moderado e independiente”, y que pretende luchar por las minorías y los más desfavorecidos.
Sin embargo, entre sus fines no oculta que se encuentra el Islam como “fuente de principios” para “la regeneración la moral y ética la sociedad española”. ¿Significa algo así como imponer un código islámico o la temida Sharia? Bakkach lo niega tajantemente. El líder de PRUNE, afincado en Granada, es periodista y escritor, pero también vocal de la Comisión Islámica y vicepresidente de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas. “No somos islamistas, ni marionetas de Marruecos, ni aceptamos financiación del extranjero. Acatamos la Constitución y la ley española, y no queremos imponer nada a nadie”, aseguró.

Un nuevo mapa electoral en 2011

Así, Bakkach defiende que el carácter musulmán de un partido no lo hace menos democráticos: “Somos de raíz islámica como el PP es cristiano. Por ejemplo, no estamos de acuerdo con el Gobierno en temas como el aborto.” Su implantación es todavía un misterio. Se niegan a comunicar su número de afiliados hasta el próximo mes, cuando llevarán a cabo un acto público de presentación. En cambio, reconocen que se han establecido en Granada y Asturias, y que trabajan para abrir sus próximas sedes en Madrid, Barcelona y Valencia.
Pero, más allá del futuro que pueda tener este primer intento de articular un partido de minorías, la controversia en torno a Vic ha vuelto a colocar a la inmigración en el centro de la agenda política. El equipo municipal que acordó no inscribir a los sin papeles está compuesto por la heterogénea coalición de CiU, PSC, ERC, apoyada en esta materia por el partido ultra Plataforma per Catalunya. Alicia Sánchez-Camacho, candidata del PP a la Generalitat, anunció que la inmigración será “un eje prioritario” en su campaña electoral. Y el Gobierno catalán, pese a asegurar ayer que “no admitirá” el uso “partidario, oportunista y demagógico” de esta materia, no ha sido capaz de zanjar el debate a tiempo. Tampoco el Ejecutivo central, que considera que la ley obliga a los consistorios a empadronar a todos sus vecinos. 
La controversia puede ser aún mayor en 2011, sobre todo si la crisis económica continúa castigando al conjunto de la población, y los principales partidos siguen sin dar respuestas claras al complejo asunto de la inmigración. Las formaciones con mensajes xenófobos pueden tener su oportunidad, pero también los propios inmigrantes, que si se comprometen políticamente, pueden cambiar el panorama político de muchos ayuntamientos. Incluido Vic.

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