jueves, 11 de agosto de 2011

La inmigrante que salto hacia la vida

Monika Konczyk, saltando de la ventana.
Jaime López (Especial para EL MUNDO) | Londres

Lo primero que dijo Monika Konczyk, una inmigrante polaca de 32 años, es que se sentía afortunada de seguir con vida. Su vivienda, al sur de Londres, estaba siendo devorado por las llamas el lunes por la noche, y Konczyk gritaba pidiendo ayuda desde una ventana.
Konczyk no podía escapar por las escaleras traseras porque todo el edificio estaba cubierto con humo. "Está completamente traumatizada, ella siente que escapó por los pelos de la muerte", dijo este jueves a distintos periódicos, su hermana Beta Mecaj.
Esta mujer rubia de pelo corto y ojos claros dejó su ciudad natal de Koronow, en el norte de Polonia, en marzo y desde entonces vive Croydon, uno de los barrios del sur de la capital más castigados por los disturbios y los saqueos. Trabaja en una tienda de ropa en Whitgift y vive enfrente del almacén de muebles que fue quemado por unos anarquistas.
Su novio y amigos corrieron a través del espeso humo, y colocaron colchones y almohadas en el suelo para permitir que la mujer pudiera saltar desde la ventana. "Ella no quería saltar, tenía tantas cosas en su apartamento, no quería dejarlas ahí para que el fuego las consumiera", dijo su amiga Aleksandra Robak al periódico 'The Times'.
"Es mejor saltar que morir", chillaron sus amigos. Un equipo de bomberos y policías amortiguó la caída con sus manos.

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